Adicto a la ketamina o “special K” ¿Lo eres? ¿Necesitas ayuda?

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Comenzó como una forma de experimentar algo nuevo o como una manera de aliviar el estrés o el dolor emocional. Al principio, la sensación de flotar, de desconectarte de tu cuerpo y de la realidad te hacía sentir diferente, te hacía sentir mejor. Pero ahora, con el paso del tiempo, esa “salida” se ha convertido en algo que no puedes controlar. La ansiedad crece cuando no tienes ketamina, tus relaciones personales se rompen y te das cuenta de que ya no te puedes seguir viviendo así.

El miedo a no poder encontrarla te consume. Las primeras veces, te sentías invencible, pero ahora sientes que te estás perdiendo a ti mismo. El daño ya no solo es físico, también es emocional y mental, las personas no te reconocen. A veces, la ketamina se disfraza de solución, pero en el fondo, ¿No sientes que te aleja más y más de quien realmente eres?

La ketamina, popularmente conocida como “special K”, comenzó como algo divertido, “¡Esto te hace alucinar!”, pensaste… pero ahora está destruyendo tu vida, tu día a día. Puede que no hables de esto con nadie. Que lo lleves por dentro, como un secreto. Que repitas para ti mismo: «Yo lo controlo». Pero ¿De verdad sientes que es así?

El primer paso para recuperarte, y siempre que quieras hacerlo, es reconocer que tienes un problema. Y ese paso, aunque difícil, es posible. Es normal que te sientas perdido, cansado y agotado. Pero también lo es que puedes salir de este ciclo. Esvidas te ofrece ayuda, y estamos aquí para apoyarte en cada paso del camino.

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    ¿Qué es la ketamina y cómo afecta al cuerpo y la mente?

    La ketamina es un anestésico disociativo que se utiliza como un medicamento en situaciones quirúrgicas y para tratar el dolor agudo en pacientes, así como en el tratamiento de ciertos trastornos psiquiátricos como la depresión resistente, bajo supervisión médica y en dosis controladas. Se presenta en forma de polvo o cristales que se inhalan, aunque también puede ser inyectada.

    Sin embargo, cuando se consume fuera de un contexto clínico, especialmente en dosis recreativas, la ketamina altera profundamente la percepción de la realidad, lo que puede llevar a una rápida dependencia y efectos secundarios peligrosos.

    • > Cuando se consume en dosis bajas, los efectos son similares a los de una borrachera por alcohol o sedantes. Las primeras sensaciones pueden ser agradables, pero al rato empiezas a notar una pérdida de coordinación y equilibrio, lo que dificulta caminar, hablar y pensar con claridad.
    • > Cuando la dosis es media, los efectos de la ketamina se amplifican aún más. La persona puede perder totalmente el control de su cuerpo y sus percepciones. La sensación de estar fuera del cuerpo, de estar flotando o de no ser parte del entorno, se intensifica.
    • > En dosis altas, la ketamina puede provocar un estilo de anestesia profunda, bloqueando las sensaciones de dolor. El cuerpo parece quedar completamente inmovilizado, y el consumo lleva a un estado de desconexión total con la realidad, acompañado de alucinaciones intensas.

    En un principio, los efectos pueden parecer placenteros: Sensación de flotar, desconexión de tu cuerpo, y una alteración profunda de los sentidos. Sin embargo, el uso continuo de ketamina genera dependencia y tolerancia, lo que hace que necesites más dosis para conseguir el mismo efecto.

    A corto plazo, provoca alteraciones sensoriales intensas, pérdida de control y un estado conocido como “agujero K”, donde la persona se siente desconectada de su entorno. Pero a medida que el consumo aumenta, los efectos secundarios también lo hacen. La ketamina comienza a afectar a la memoria y las funciones cognitivas, causando ansiedad, paranoia y hasta psicosis en algunos casos.

    ¿Por qué es tan difícil dejar la ketamina?

    El ciclo de consumo es difícil de romper. Aunque muchas personas son conscientes de los riesgos, la necesidad de seguir buscando ese “agujero K” puede ser más fuerte que la voluntad de dejarlo. La ketamina también se combina con otras sustancias, como el alcohol, lo que puede aumentar los efectos y peligros.

    Si alguna vez has sentido que no puedes escapar del ciclo de consumo, es completamente comprensible. Pero es importante que sepas que sí es posible recuperarse. Dar el primer paso hacia la desintoxicación es el comienzo de un viaje hacia una vida más saludable y controlada.

    Las consecuencias del consumo de ketamina

    Puede que ya lo hayas empezado a notar, y es que consumir ketamina tiene graves consecuencias en todos los aspectos de la vida de una persona, en la tuya también.

    Nos duele verte en este lugar, y entendemos lo difícil que debe ser sentir que has perdido el control. Pero queremos que sepas algo muy importante: No estás solo en esto. Nadie empieza a consumir pensando en llegar a este punto, y nadie elige sentirse atrapado. Lo que estás viviendo, esa mezcla de dependencia, vacío y culpa, no define quién eres. Es solo una parte de tu historia, y puede cambiar.

    Reconocer que tienes un problema y que esta droga está tomando el control de tu vida es el primer paso hacia la recuperación. Aunque ahora todo pueda parecer oscuro, hay una salida, y estamos aquí para ayudarte a encontrarla.

    Consecuencias de la ketamina a corto plazo

    A corto plazo, el consumo de ketamina puede generar efectos inmediatos que alteran la percepción y las capacidades físicas y cognitivas de la persona. Uno de los efectos más evidentes es la sensación de desconexión de la realidad, lo que puede hacer que la persona pierda el control de su cuerpo y de sus acciones. Esto puede resultar en:

    • Falta de coordinación
    • Dificultad para hablar, caminar o mantener el equilibrio
    • Visión borrosa o doble
    • Distorsión en los sentidos
    • El entorno puede parecer distante o ajeno

    Otro efecto que suele presentarse en dosis moderadas a altas es el conocido “agujero K”, un estado profundo de desconexión en el que la persona se siente como si estuviera flotando fuera de su propio cuerpo, provocando en muchos casos una crisis de ansiedad o pánico.

    Consecuencias de la ketamina a largo plazo

    A medida que la adicción aumenta, se necesita consumir más para lograr el mismo efecto, lo que lleva a una mayor dependencia de la sustancia. En el plano cognitivo, las consecuencias pueden ser graves:

    • La memoria se ve afectada.
    • La persona comienza a tener dificultades para concentrarse, tomar decisiones y realizar actividades cotidianas.

    Estos problemas de memoria y concentración pueden durar incluso después de dejar de consumir la sustancia. Además, a largo plazo, la ketamina puede generar problemas emocionales como ansiedad, depresión, paranoia y otros trastornos psicológicos.

    El proceso de desintoxicación y tratamiento de la ketamina en Esvidas

    En Esvidas, ofrecemos un tratamiento integral y personalizado para la desintoxicación de ketamina. Sabemos que cada persona es única, y por eso diseñamos un plan específico para cada paciente, basado en sus necesidades y circunstancias. Nuestro equipo de profesionales está aquí para acompañarte en cada fase del proceso. Las 3 fases del tratamiento que seguimos para que puedas superar tu adicción al “special K” son:

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    Fase de desintoxicación

    La primera fase del tratamiento consiste en eliminar la ketamina del cuerpo. Este proceso es supervisado por médicos y profesionales para que sea lo más seguro y cómodo posible. Se utilizan medicamentos específicos para aliviar los síntomas de abstinencia y ayudar a que el cuerpo se recupere sin mayores complicaciones.

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    Fase de deshabituación

    En esta fase, nos enfocamos en la parte psicológica de la adicción. A través de terapias individuales y grupales, ayudamos a los pacientes a reconocer las causas de su adicción, trabajar en el control de impulsos y cambiar los patrones de pensamiento que los llevan a consumir. Es una etapa clave para aprender a vivir sin heroína.

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    Fase de seguimiento

    Una vez superado, la fase de seguimiento se centra en mantener la abstinencia a largo plazo. Aquí se refuerzan los hábitos saludables, se enseña cómo afrontar el estrés y los desencadenantes emocionales sin recaer, y se ofrece un seguimiento constante para asegurar que el tratamiento siga siendo efectivo, a través de nuestros pisos tutelados.

    Da el primer paso hacia tu recuperación hoy mismo: Si sientes que la ketamina está controlando tu vida, podemos ayudarte. Da el primer paso hacia la recuperación hoy mismo. Contacta con nosotros para obtener más información sobre cómo podemos acompañarte en este proceso.

    La adicción a la ketamina: ¿Cómo afecta emocionalmente?

    Muchos de los pacientes de Esvidas sienten que la droga es la única manera de enfrentarse a la vida, de lidiar con el dolor, el estrés o los recuerdos traumáticos antes de empezar el tratamiento de ingreso. Se desviven para encontrar la próxima dosis, lo que deja poco espacio para la conexión emocional con los demás y las relaciones se rompen.

    Uno de los aspectos más desoladores de la adicción a la ketamina o “special K” es el síndrome de abstinencia. Estos pueden durar de 24 a 72 horas, y su intensidad varía según el nivel de adicción. Pero después de la crisis inicial, la persona entra en el proceso de deshabituación, un proceso más largo pero esencial para la recuperación.

    Testimonios de personas que superaron su adicción en Esvidas

    Muchas de las personas que han pasado por Esvidas, han logrado reencontrarse consigo mismos y orientarse hacia la vida que realmente querían vivir. Estas historias de éxito son prueba de que es posible. Sus experiencias están aquí para recordarte que la solución existe y que cada paso, por pequeño que parezca, cuenta.

    Alberto – Expaciente de Esvidas

    Antes me miraba al espejo y no sentía nada. No tenía esperanza en nada. Con las terapias sanamos nuestros sentimientos, reconstruimos nuestra vida. La recuperación me está haciendo conocer la enfermedad, que yo pensaba que no tenía. Gracias a la recuperación he podido recuperar mis lazos familiares.

    Mari Carmen – Expaciente de Esvidas

    A raíz de mi divorcio perdí el control con el alcohol. Yo llegué a Reinservida hundida emocional y moralmente, pero el tratamiento me ha dado la vida. Mi paso por la recuperación ha sido muy bonito, he tenido grandes compañeros, grandes terapeutas. Llevo 10 meses y medio en recuperación.

    Da el primer paso hacia una vida libre de ketamina

    Tomar la decisión de pedir ayuda es el primer paso. En Esvidas, estamos aquí para ofrecerte una consulta inicial gratuita y para acompañarte en este camino que estás dispuesto a seguir. Estaremos contigo en cada momento, te damos el apoyo que mereces para empezar a construir una vida libre de “special K” o ketamina y llena de posibilidades.