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Estás en una fiesta, rodeado de amigos, y alguien te ofrece una bebida que parece como cualquier otra con “un poco de alegría”. En ese momento, parece normal, algo para divertirse, pero ¿Te has preguntado alguna vez qué es lo que realmente estás consumiendo? El GHB, conocido popularmente entre quienes lo consumen como “éxtasis líquido”, es una de esas sustancias que, en apariencia, pueden parecer inofensivas, pero su impacto puede ser mucho más profundo y peligroso de lo que imaginas.
Sabemos que, en ocasiones, la información llega tarde, o peor aún, no llega en absoluto. Tal vez busques entender qué sucede cuando se consume, o tal vez te encuentras ya enfrentando los efectos de la dependencia y los riesgos que conlleva. Sea cual sea tu situación, desde Esvidas queremos ofrecerte la información que necesitas para que tomes decisiones más conscientes y responsables. Por eso, con este artículo queremos que conozcas todo sobre el GHB, esa droga que a menudo se pasa por alto o se subestima.
Nuestro objetivo es claro: Evitar que lo que comienza como una diversión momentánea termine convirtiéndose en un problema mucho más serio. Tu salud y bienestar son lo más importante, y estamos aquí para acompañarte en cada paso, ofreciéndote las herramientas necesarias para que tomes el control de tu vida. No estás solo/a en esto.
¿Qué es el GHB? Una sustancia potente y peligrosa
El ácido gamma-hidroxibutírico u óxido sódico (GHB), es una sustancia química que se encuentra de forma natural en el cuerpo humano en pequeñas cantidades. Su principal función en el organismo es actuar como un neurotransmisor, ayudando a regular funciones como el sueño, el estado de ánimo y la relajación muscular. Ahora bien, cuando se consume de manera externa, puede tener efectos muy diferentes y potencialmente peligrosos.
El GHB como droga sintética, también conocido con nombres como “pote”, “G”, “biberón” o “chorri”, es, en esencia, un potente depresor del sistema nervioso central. Esto quiere decir que disminuye la actividad del cerebro y del cuerpo, relajando profundamente las funciones vitales. Aunque a menudo se le conoce como “éxtasis líquido”, es importante destacar que sus efectos son muy diferentes a los del estimulante. Mientras el éxtasis aumenta la energía y la euforia, el GHB actúa de manera más sedante, pudiendo causar desde una sensación de bienestar y relajación hasta una pérdida de conciencia en dosis altas.
Esta droga circula generalmente en forma líquida, inodora e incolora, aunque en ocasiones puede tener un ligero tinte. Se consume de forma oral, usualmente diluida en agua u otras bebidas, lo que hace que controlar la dosis sea extremadamente difícil. Incluso una ligera variación en la cantidad consumida o en la pureza de la sustancia puede provocar efectos muy diferentes, desde la pérdida de conciencia hasta riesgos mucho más graves, como la depresión respiratoria o el coma.
Conociendo los efectos que genera el GHB, en los últimos años hemos sido testigos de un alarmante aumento de su presencia en situaciones muy preocupantes, especialmente en agresiones sexuales. Esta droga, al ser incolora e inodora, se puede añadir a una bebida sin que nadie lo perciba. Una vez ingerida, el GHB incapacita a la víctima, impidiendo que pueda defenderse o reaccionar ante el ataque. Por este motivo, se ha ganado el lamentable apodo de “viola fácil”.

La historia del GHB: De medicamento a droga recreativa
Curiosamente, el GHB no comenzó como una droga recreativa. Fue sintetizado por primera vez en 1960 por el químico francés Dr. Henri Laborit, quien lo utilizó como parte de un tratamiento experimental para la anestesia y el control de la ansiedad.
Durante las décadas de los 60 y 70, se le dio un uso más generalizado en el ámbito médico, especialmente como sedante para pacientes que sufrían de insomnio y trastornos del sueño. Además, se usaba en algunos tratamientos para la narcolepsia y otros relacionados con el sistema nervioso central.
Y no solo eso, esta droga también ha estado presente en el ámbito del culturismo y la mejora del rendimiento físico, ya que se le atribuían propiedades como la liberación de la hormona del crecimiento, inducción de un sueño reparador y estimulación del metabolismo de las grasas. Finalmente, esta sustancia fue retirada del mercado farmacéutico debido a sus efectos secundarios.
¿Cómo, entonces, pasó de ser una medicina a una droga conocida en fiestas y discotecas? A finales de los 80 y principios de los 90 (durante la tan conocida época “ruta del bacalao”), el GHB comenzó a ser consumido principalmente con fines recreativos, siendo conocido como “éxtasis líquido” o “líquido de la fiesta”. La sustancia era popular en ambientes nocturnos y pasó a formar parte de las drogas populares en ciertos círculos debido a sus efectos inmediatos y potentes, como la desinhibición, la euforia y el aumento del deseo sexual. Pero lo que muchos no sabían era que, aunque la sensación de bienestar puede ser intensa, los efectos secundarios no tardan en aparecer.
Efectos del éxtasis líquido ¿Qué pasa cuando lo consumes?
Cuando se consume GHB, los efectos pueden ser impredecibles y varían de una persona a otra. Puede ser difícil anticipar cómo reaccionará tu cuerpo, ya que todo depende de factores como la cantidad ingerida, el entorno y tu propia tolerancia.
Generalmente, los efectos empiezan a notarse entre 10 y 20 minutos después de consumirlo, alcanzan su punto máximo en unos 60 a 90 minutos y desaparecen por completo en 3 o 4 horas.
Entre los efectos más comunes que la gente busca se encuentran:
- Una sensación de felicidad y euforia donde las preocupaciones parecen disiparse y se experimenta un bienestar general.
- Un fuerte efecto sedante que provoca una relajación profunda, tanto física como mental.
- Un aumento de la sociabilidad y la desinhibición, lo que les permite sentirse más seguros, extrovertidos y menos preocupados por lo que piensan los demás.
- En algunos casos, puede intensificar la empatía y la sensación de conexión emocional con otras personas.
- También es conocido por su uso en contextos sexuales, donde algunas personas lo consumen buscando intensificar el placer o aumentar la desinhibición.
Ahora bien, el GHB es especialmente peligroso porque su ventana terapéutica —la diferencia entre una dosis segura y una dosis peligrosa— es extremadamente estrecha. Esto significa que es fácil consumir una cantidad que resulte en una sobredosis, incluso por accidente.
Y no solo eso, debido a su capacidad para generar dependencia física y psicológica, el uso continuado de GHB puede llevar a un ciclo de abuso, donde acabes buscando consumir mayores cantidades para experimentar los mismos efectos.

¿Por qué se le llama éxtasis líquido al GHB? La confusión con el éxtasis tradicional
El GHB, conocido popularmente como «éxtasis líquido«, recibe este apodo porque, al igual que el éxtasis tradicional (MDMA), puede generar sensaciones de euforia, bienestar y una mayor facilidad para socializar. Pero ¿Te has preguntado alguna vez si se tratan de la misma sustancia? Aunque ambas comparten algunos efectos similares, son completamente diferentes en su composición y en cómo afectan a nuestro cuerpo, tanto a corto como a largo plazo.
El MDMA es un estimulante que libera serotonina en el cerebro, lo que nos da esa sensación de felicidad, energía y conexión con los demás. En cambio, el GHB es un depresor del sistema nervioso, lo que significa que tiene el efecto contrario: relaja tanto el cuerpo como la mente, e incluso puede inducir somnolencia o, en dosis altas, pérdida de conciencia.
A pesar de que ambos tienen riesgos, los efectos del “éxtasis líquido” son mucho más peligrosos si no se controla su dosis. En grandes cantidades, puede causar pérdida de conciencia, dificultades respiratorias e incluso la muerte. Mientras tanto, el MDMA, aunque también conlleva sus riesgos —como deshidratación o daño cerebral a largo plazo— no produce los mismos efectos inmediatos peligrosos que el GHB.
Riesgos del consumo de GHB: ¿Por qué es tan peligroso? ¿Cuáles son sus efectos?
Es fácil caer en la trampa de pensar que el éxtasis líquido no tiene consecuencias graves, sobre todo cuando se escuchan frases como «es un afrodisíaco«, «te anima«, «no engancha» o «es seguro, todo el mundo lo toma y no pasa nada» como bien se reflejó en la exposición itinerante «A tota pastilla» donde se recogieron respuestas de 2.155 adolescentes y jóvenes. De ellos, 1.700 eran estudiantes de entre 14 y 19 años, y 455 eran jóvenes y adolescentes entre 16 y 30 años.
Consecuencias inmediatas de una dosis alta de “éxtasis líquido”
Cuando se consume GHB, las consecuencias no siempre son agradables, y pueden variar de persona a persona. Algunos de los efectos más comunes incluyen:
- Náuseas.
- Vómitos.
- Visión borrosa o doble.
- Descoordinación motora.
- En ocasiones, dolor de cabeza.
En dosis bajas, el GHB puede parecer una forma de disfrutar a pesar de los efectos adversos frecuentes. Pero ¿Qué pasa si la dosis es más alta? La sobredosis de GHB es una situación crítica, ya que puede desencadenar:
- La pérdida de conciencia, lo que puede dejar a la persona completamente fuera de sí, incapaz de reaccionar o defenderse.
- Una reducción grave de la frecuencia respiratoria, lo que pone en peligro la vida al disminuir la cantidad de oxígeno que llega al cuerpo.
- En los casos más extremos, el GHB puede llevar a la persona a un coma profundo e incluso, trágicamente, a la muerte.
En esos momentos, puede ser demasiado tarde para arrepentirse, por eso es esencial entender el riesgo real de consumirlo.
Uso continuado de GHB: El riesgo de la dependencia y sus efectos
¿Qué pasa cuando alguien comienza a consumir GHB con regularidad? Los efectos incluyen:
- Cambios en su estado de ánimo, desde sentimientos de ansiedad, irritabilidad y depresión, hasta crisis emocionales más graves.
- La fatiga extrema, las personas pueden sentirse constantemente agotadas, incluso después de descansar, lo que afecta su energía diaria y su motivación.
- Cambios en el apetito, ya sea por exceso o falta de hambre, son otro indicativo de que el cuerpo está luchando con los efectos secundarios del consumo.
- Deterioro cognitivo, como dificultades para recordar detalles o concentrarse en tareas cotidianas. Pueden notar que su memoria se ve afectada y que les cuesta mantener la atención en actividades simples, lo que puede generar frustración y aumentar la ansiedad.
El GHB no solo afecta tu cuerpo, sino que también puede alterar profundamente tu bienestar emocional y mental. Y con el uso constante, el riesgo de caer en la adicción se hace cada vez más real.

Síndrome de abstinencia del GHB: ¿Qué sucede cuando se deja de consumirlo?
El éxtasis líquido, al igual que otras drogas, puede generar dependencia, y cuando se interrumpe su consumo de manera abrupta, el cuerpo y la mente pueden experimentar una serie de síntomas como:
- Ansiedad.
- Temblores.
- Insomnio.
- Convulsiones.
En Esvidas, estamos aquí para caminar a tu lado. Sabemos que enfrentar la abstinencia puede generar miedo o incertidumbre, pero queremos que sepas que no tienes que atravesar esta experiencia solo/a. Nuestro equipo está preparado y dispuesto a ofrecerte el apoyo, las herramientas y la orientación necesarias para superar este reto.
La recuperación no solo es posible, es un proceso que merece la pena, y con el acompañamiento adecuado, estamos seguros de que puedes lograrlo. Estamos contigo en cada paso del camino.
Combinación del GHB con otras drogas: Un cóctel mortal
El consumo de sustancias psicoactivas siempre conlleva riesgos, pero cuando se combinan, se multiplican. En particular, la combinación del GHB con otras sustancias como el alcohol, las benzodiacepinas o los estimulantes no solo es peligrosa, sino que puede resultar letal.
- El alcohol, al igual que el GHB, es un depresor del sistema nervioso central. Cuando se consumen juntos, sus efectos se potencian, lo que puede llevar a una depresión respiratoria severa. Esto significa que el sistema que controla la respiración puede verse tan afectado que la persona deja de respirar adecuadamente, lo que resulta en una falta de oxígeno en el cerebro y otros órganos vitales.
- Las benzodiacepinas, como el Alprazolam o el Diazepam, también son depresores del sistema nervioso central. Al mezclarlas con GHB, se produce un efecto sinérgico que puede llevar a una sedación extrema, pudiendo causar una disminución peligrosa de la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
- Aunque los estimulantes, como la cocaína o las anfetaminas, tienen efectos opuestos a los del GHB, su combinación no es menos peligrosa. Estos pueden enmascarar los efectos depresores del GHB, llevando a la persona a consumir dosis más altas de lo que su cuerpo puede tolerar. Esto aumenta el riesgo de sobredosis, ya que los efectos depresores del GHB pueden manifestarse de manera abrupta una vez que los efectos del estimulante comienzan a desaparecer.
Además, la combinación de sustancias con efectos opuestos puede generar un estrés extremo en el sistema cardiovascular, aumentando el riesgo de arritmias y paro cardíaco.
Una de las peores decisiones que se puede tomar es combinar el GHB con otras sustancias. El GHB ya es peligroso por sí mismo, pero cuando se mezcla con otras drogas, las consecuencias pueden ser fatales ¿Realmente vale la pena correr ese riesgo?
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